Conciertos oficiales
La afición al blues está de enhorabuena: Corey Harris, uno de los más inteligentes renovadores de este estilo musical permite que la música de la América profunda vuelva a resurgir en su canto, con el estímulo añadido de hacerlo además en un escenario como el del teatro Fernán Gómez, excelente plataforma para el desarrollo de la música popular cuando el otoño llega a nuestra ciudad.
Desde su debut discográfico en 1995 con “Between midnight and day”, Harris jamás ha ocultado su pasión por el gran legado de la música africana en las dos Américas. Arraigado durante mucho tiempo en Colorado, aunque se curtió profesionalmente en Nueva Orleans, hace mucho tiempo que este bluesman recorre una carrera ascendente como guitarrista y cantante. Para algunos especialistas, el detalle le sitúa en un nivel análogo al ocupado por el veterano Taj Mahal, otro de los grandes estudiosos del comportamiento del blues en diferentes áreas estadounidenses.
La discografía de Corey Harris ha sabido mezclar con gran habilidad las esencias del sonido del delta con el reggae jamaicano, el calipso de las Antillas y otro serial interminable de músicas carnosas, fascinantes, llegadas del gran tesoro cultural que reservan las islas del área del Caribe y de las mencionadas Antillas.
Si ustedes son, no obstante, de los que gustan consultar la opinión de algunos colegas de la fiabilidad que pudo tener -pongamos por ejemplo- B.B. King, guíense por su buen criterio cuando afirmaba que, «en momentos en los que las líneas de investigación musical del blues se cerraron en muchos casos debido a los intereses económicos de la industria discográfica, Corey Harris representó siempre una esperanza, abría expectativas a la evolución del estilo”.
Lo que este intérprete logra en sus discos –y ya suman un par de decenas- solo encuentra precedentes en las sesiones mantenidas entre el maliense Ali Farka Turé y Ry Cooder, y en las materializadas por el mencionado Taj Mahal con músicos de calipso y con el korista guineano Toumani Diabate. Hay que agradecerle a JAZZMADRID que vuelva a hacer labor de caja de resonancia, difundiendo las indagaciones musicales de esta preciada gema del blues de nuestros días.