Richard Bona y Alfredo Rodríguez

• Movilidad reducida
• Bucle magnético

A cada encuentro que se produce con Richard Bona, crece la admiración por él, uno de los bajistas eléctricos más asombrosos del panorama actual del jazz. Desde Marcus Miller no se revelaba nadie como músico tan completo. Y, además, se dobla en toda clase de quehaceres como vocalista en un falsete que remite a Milton Nascimento. En la belleza babélica de sus entregas hay ecos de las conquistas de Joe Zawinul y Pat Metheny, ambientes exquisitamente étnicos de su Camerún natal y retazos de salubérrima savia afrocaribeña. El resultado es una música con una aureola de pasión e intensidad que deja perplejo a la primera escucha y trasciende fronteras.

En la cumbre de una popularidad propiciada por sus apariciones junto a Larry Coryell, Bobby McFerrin, Joe Zawinul o Mike Stern, Bona -que debutó en solitario en 1999 con el disco “Scenes from my life”- se presenta ahora en dúo con Alfredo Rodríguez. Con estudios clásicos, Alfredo es el pianista cubano de moda. Se decantó por la opción del jazz siendo muy joven, pero nunca ha olvidado en sus elaboraciones la música de sus raíces. Después de haber cautivado en Montreux al mismísimo Quincy Jones, Alfredo mantiene una asombrosa carrera autónoma que le lleva a múltiples escenarios del mundo con sus propios proyectos. Su disco «Tocororo» sigue siendo un hito entre la afición. «Tocororo» (nombre de un pájaro oriundo de la isla de Cuba que, al parecer, muere de tristeza cuando se le enjaula) incluye canciones tradicionales de la isla caribeña, y, en su grabación -además de con la intervención del trompetista libanés Ibrahim Malouf-, Alfredo Rodríguez contó en el estudio con la presencia del bajista Richard Bona. Todo ello estará ahora sobre la escena.