Leonor Watling con Leo Sidran

• Movilidad reducida
• Bucle magnético

La actriz y cantante Leonor Watling inicia con este dúo una nueva aventura musical, asociada al músico y compositor estadounidense Leo Sidran. Leo & Leo representa, en realidad, un enlace que se ha ido fraguando a fuego lento desde la admiración recíproca que ambos artistas sentían desde hacía mucho tiempo el uno por la otra, y viceversa. Gente, en fin, cuya amable y atractiva apariencia cae simpática a primera vista, de forma inmediata.

Watling descubrió a Leo Sidran como admiradora de su padre, el escritor, pianista y cantante, igualmente estadounidense, Ben Sidran; un músico que hace mucho tiempo se ganó el cariño y el reconocimiento del público de nuestro país, gracias a sus visitas habituales que siempre destapan una verdad difícilmente refutable: con él, todavía hay cosas bien espectaculares que contar en el gran circo del jazz. Y Ben Sidran, a sus 82 años de edad, sigue explicándolas con claridad meridiana en sus conciertos.

Y, en la formación de la que Sidran siempre se ha hecho acompañar, su hijo Leo a la batería, que ahora veremos que cambia este instrumento por la guitarra para acompañar las maquinaciones vocales de Leonor Watling. Leo Sidran, cuyo podcast de divulgación musical The third story merece ser disfrutado, conocía a la actriz por sus trabajos en el cine, y también había descubierto su faceta musical a través de los álbumes y las actuaciones de su grupo Marlango. La amistad que le une, además, con el marido de Leonor, el cantautor uruguayo Jorge Drexler, terminó de confirmar la relación artísitca.

Para sorpresa de propios y extraños, la pareja ha establecido un binomio de complicidades y universos afines, a través de las canciones de Leo Sidran interpretadas por Leonor, y con el sugerente fondo instrumental que suministra la sofisticada The Groovy French Band. Este quinteto, con la sabia  contribución añadida de Max Darmon en el bajo, Paul Sany en teclados, y Romain Bouiges en la batería, garantiza en cada una de las sesiones que acomete una entrega muy generosa en elegancia y buen gusto, todo ello adornado con un sonido cuya analogía sensitiva con el tacto del terciopelo es -créanlo- muy poco exagerada.