Conciertos oficiales Villanos del Jazz
Hay una respiración diferente en las aguas del mar Caribe que rezuma de una isla pequeña, flanqueada por una trinchera militar estadounidense: son las múltiples formas que adopta el tesoro de la música popular cubana. Las creaciones más sobresalientes que ha realizado el pianista Gonzalo Rubalcaba en casi cincuenta años de oficio, están elaboradas en esa destilería sonora.
Rubalcaba, de 62 años de edad, es uno de los improvisadores más apreciados por los enciclopedistas del jazz. Publicó su primer disco hace casi cuatro décadas, y todavía sorprende su compleja pericia instrumental y su vasto conocimiento del libro de estándares estadounidenses y sus dobleces. Sin embargo, cuando se aproxima a su propia cultura es cuando a muchos aficionados les resulta irremplazable.
Técnicamente, se le reconocen unas dotes muy especiales como velocista impenitente, un pianista tatumiano, que, cuando lo desea, no cesa de poner de relieve su erudición clásica, bopper y también, por supuesto, afrocubana. No obstante, es en los momentos que se hace contenido, en los que resulta más verdadero. Y aquí es donde el artista encuentra ahora feliz y buen acomodo junto al mandolinista brasileño Hamilton de Holanda, con quien el pasado año grabó un disco titulado Collab, que tiene encantada a buena parte de la afición.
Hamilton de Holanda es un especialista en esa mixtura musical de chorinho -un estilo brasileño al que suele caracterizar una rítmica enfebrecida y alegre- y jazz contemporáneo, que es realmente digna de disfrutar. Nominado en diferentes ocasiones a los grammys latinos, este intérprete de mandolina ha trabajado con gente del prestigio de Mike Marshall, Joel Nascimento o Yamandu Costa, y, posiblemente, sea aquel disco que publicó en 2013, junto al también pianista Stefano Bollani, O que sera, el antecedente más próximo de este proyecto con el que ahora se presenta junto a Gonzalo Rubalcaba.
Lo que es evidente es que, con ambos artistas hay una búsqueda compartida, un empeño creativo que señala, y encuentra, caminos y metas que amplían los límites del jazz, introduciendo nuevas complejidades rítmicas y pasajes armónicos, esenciales todos para reconocer la universalidad de la música que este dúo elabora. Lo comprobaremos en la escena de Fernán Gómez.
Si tienes entre 16 y 26 años, consigue con JOBO una entrada gratuita por persona y por cada espectáculo programado, según el aforo disponible de cada función, de martes a viernes (excluidos fines de semana y festivos).
Más información en: www.teatrofernangomez.es/joboes