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Joe Lovano

Joe Lovano

Conciertos oficiales En colaboración con Villanos del Jazz

DOM 10 Nov
Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa
Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa. Sala Guirau · 20.00 h · Cómo llegar
  • Movilidad reducida
  • Bucle magnético

Sigue creciendo el mundo sonoro de Joe Lovano, un músico que, por seguir inmerso en el empeño de ser feliz término para aquella línea de saxofonistas tenores que, una vez, arrancó con Coleman Hawkins, Lester Young y Ben Webster, tiene un público de incondicionales que proporcionan respuesta y asistencia a cualquiera de los proyectos que acomete. 

Lovano no encontró dificultades para dedicarse a la música. Su padre, Tony Big T. Lovano, un héroe local del saxo, asumió, siendo él un niño, su educación instrumental. El fruto de aquel esfuerzo ofreció resultados solo doce años después. George Benson y Lonnie Smith reclamaron, a partir de 1974, al joven saxofonista para participar en algunas de sus grabaciones, y Jack McDuff hizo lo propio, llevándoselo de gira con su grupo en 1975.

Desde entonces -y tras su paso por formaciones como las de Woody Herman, Mel Lewis, Paul Motian y su posterior carrera en solitario-, el artista tan solo ha tropezado con aciertos. Con el saxo tenor, Lovano tiene una voz rutilante y personal, que llena de colores y vibración las composiciones donde se arrebata. Estas encuentran sustento en la libertad expresiva más asombrosa, que, como en otros casos que también pueden verse en este festival, es la única identidad jazzística cierta.

La réplica esencial a los lances de Lovano la ponen sus compañeros en el Trio Tapestry, Marilyn Crispell en el piano, y Carmen Castaldi en la batería. Dos creadores constantes que cuidan el andamiaje sonoro de sus elaboraciones con una filosofía inconfundible e inusualmente rica. Cryspell es una pianista con recursos inacabables e imaginación desbordada. Es contenida y arrolladora. Y Castaldi, el baterista abierto e imaginativo con el que ya contó Lovano, hace veintidós años en su proyecto Viva Caruso.

Los tres vienen ahora a escenificar las composiciones de un álbum titulado Our Daily bread, en cuyo interior suena música muy libre e ingeniosa, de la que inventa sin freno y desliza ocurrencias constantes en el armazón movedizo de las composiciones. Fue Borges quien advirtió que la imaginación está hecha de convenciones de la memoria, y bien puede jactarse Joe Lovano de negar esa máxima en estos temas. Su dinámica radica en huir precisamente de esas convenciones, atravesando enrevesados pasajes de bop, adentrándose en los terrenos del expresionismo más imprevisible y poniendo fin a la aventura mientras recala en los espacios libres y abiertos de Ornette Coleman. Cualquiera puede comprobarlo esta noche, en Fernán Gómez.

Joe Lovano: saxos

Marilyn Crispell: piano

Carmen Castaldi: batería