Mayra Andrade

• Movilidad reducida
• Bucle magnético

Esta cantante se ha convertido en una primerísima donna de los estilos populares de la música de Cabo Verde. La razón está de su parte: su afortunada voz, tras varios años de rastreo adaptando sus formas a las músicas urbana y tradicional de Cabo Verde, es la que más suena en las cabezas de los productores fonográficos. Hace cuatro años, Mayra estuvo en el festival La Mar de Músicas, de Cartagena, y ahora regresa sin otro respaldo que la memoria del público y alguna que otra visita de rutina. Su comparecencia en nuestra ciudad se incluye en ese apartado llamado No Solo Jazz, con el que JAZZMADRID ofrece, de vez en cuando, cabida a artistas que no son precisamente jazzistas.

Todo fue relativamente sencillo para Mayra Andrade, una mujer nacida en Cuba, pero crecida en Cabo Verde, Senegal, Angola y distintos países europeos. A menudo, ella misma ha referido que la primera canción que entonó fue O Leâozinho, de Caetano Veloso, un músico al que cita siempre como una de sus grandes influencias. Hija de un diplomático caboverdiano, los continuos viajes de su familia permitieron que Mayra concurriese en París en su adolescencia, ciudad en la que comenzó a recibir clases de canto. En ese tiempo todo vino rodado, porque, mientras eso sucedía, conoció al compositor Orlando Pantera y, con él, comenzó una colaboración que permitió que Mayra acometiese diversas giras para actuar en diferentes enclaves lusoparlantes, incluidas por supuesto ciudades como Lisboa y las caboverdianas Praia y Mindelo.

En 2011, con 26 años de edad, colaboró con el Trio Mocotó en la canción Berimbau, publicada en uno de los volúmenes Red Hot + Rio. Estos discos, como mucha gente sabe, tuvieron una repercusión popular enorme en todo el mundo debido a su carácter altruista a beneficio de la lucha contra el Sida y la exclusión social. Así que no fue una audiencia precisamente escasa la que, a través de esa grabación, descubrió toda la gama de sensuales inflexiones vocales que han hecho del trabajo de Mayra Andrade algo realmente único.

Colaboraciones internacionales se sucedieron desde ese momento en la publicación de sus discos, todos caracterizados por el poderoso preparado sonoro de diversas músicas carnosas de Cabo Verde, envueltas en la modernidad sonora del continente africano (eso que algunos despachan con el nombre de afrobeat), y ejemplo perfecto de todo ello fue el disco Manga, de 2019, producido por dos astros de la moderna música del continente africano: el senegalés Akatché y el marfileño 2B.

Mayra Andrade, en las sesiones de grabación y en el desarrollo de sus conciertos, dispone de una banda obediente y eficaz que diseña el tendido rítmico de los temas para que ella desparrame sin dificultad sobre ellos su voz amplia y limpia.