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Pat Metheny

Pat Metheny

Conciertos oficiales Villanos del Jazz

LUN 11 Nov
Auditorio Nacional de Música
Auditorio Nacional de Música · 19.30 h · Cómo llegar

La irrupción de Pat Metheny en el panorama de la interpretación guitarrística de las cinco últimas décadas constituye un hecho singular. Se reveló en 1976 con el disco Bright size life, una notable realización fonográfica a la que añadían argumentos el bajista Jaco Pastorius y el baterista Bob Moses. La perspicacia y originalidad instrumentales y un conocimiento amplio del hardbop, el rock y la música de Wes Montgomery, iluminaron a lo largo de una década una interesantísima producción discográfica que el guitarrista volcó en la firma alemana ECM. Para muchos, esta etapa queda en la galería de sus logros más elevados.

Desde entonces, su historia es una de las más sorprendentes de entre cuantas puede vivir un músico de jazz. La inercia de programadores y productores ha terminado por establecer como axioma que cualquiera que sea la forma de interpretar este estilo musical, el jazz no interesará más que a un reducido grupo de personas, no venderá apenas discos y dejará vacíos los recintos donde se convoque a los músicos. El éxito de Pat Metheny es, en este sentido, un gigantesco desmentido. Sus actuaciones son acontecimientos sociales y sus discos han alcanzado ventas que le llevan a una identificación con sus seguidores que solo suele darse entre las estrellas de la constelación del pop.

Parece, pues, lógico que, probando suerte en los despachos de diferentes multinacionales, Metheny pasase de concebir álbumes en la órbita de las exquisiteces que consumen grandes minorías, a realizar grabaciones dirigidas al gran público, aunque siempre con competencia y enorme éxito. Y en todo momento ha sido, por añadidura, muy grato saber que su trabajo sigue redefiniendo el género, haciendo uso de las nuevas tecnologías y ejercitando opción permanentemente por la evolución del potencial expresivo de su guitarra.

Dream Box es el proyecto con el que ahora nos visita; un discreto conjunto de nuevas grabaciones en solitario que, durante el tiempo libre que las giras le permitieron tener en autobuses y habitaciones de hotel de cualquier parte del mundo, le invitó a almacenar estos experimentos casuales fuera de horario. Dream box son estándares de jazz y creaciones nuevas capturadas en el momento que se le pasaban al artista por la cabeza. En las notas del disco publicado el pasado año, Metheny describe estas piezas como «momentos en el tiempo» más que como composiciones propiamente dichas. «Casi no recuerdo haber grabado la mayoría de ellas», admite. «Simplemente aparecieron».

Para un artista cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de eficacia y elegante técnica, Metheny es una marca de calidad y es cita obligada, por añadidura, en cualquier festival que se precie. Después de casi cinco décadas de actividad ininterrumpida, representa uno de los fenómenos interpretativos de música de jazz con mayor éxito de todo el planeta.