Conciertos oficiales Villanos del Jazz
Tiene el porte y la voz de las figuras del jazz que crecieron en la espiritualidad del gospel. Lizz Wright es sureña, claro. De Georgia. Cantó en coros. Se graduó en la Universidad de Atlanta y en la New School de Nueva York. Soñó con emular a Odetta, Tracy Chapman, Cassandra Wilson o Ella Fitzgerald. Y lo logró con discos tan imperiales como Dreaming Wide Awake (2005), The Orchard (2008) o Grace (2017), este último producido por el gran Joe Henry, armado sobre clásicos del soul, el blues, el folk o (claro) el jazz. Y con directos como aquel inolvidable tributo a Nina Simone en compañía de Dianne Reeves, Angelique Kidjo y Lisa Simone, que pasó por nuestro país. Recién rebasados los cuarenta años, está ahora mismo en plenitud como intérprete: basta escucharla en esa torrencial grabación que es Holding Space (Live In Berlin) (2022) para aseverarlo. Y para elucubrar con lo que mucho (y bueno) que puede dar de sí su directo.