Rembrandt Trío

• Movilidad reducida

Un viento invisible nos barre por el mundo

El equilibrio solo se produce cuando hay fuerzas que trabajan desde puntos diferentes, pero deciden hacerlo a la vez. En el equilibrio hay independencia y acuerdo; es decir, identidad y respeto, que son asuntos que se dan siempre unidos o no son tales. En la música de jazz las reglas se inventan para cada ocasión, pero el equilibrio tiene que estar siempre presente. Este trío nacido hace tres lustros en los Países Bajos, ya ha tenido ocasión de mostrarse en nuestros escenarios como un ejemplo incontestable de equilibrio creativo. Esta armonía la alcanzan tres individualidades con una pasión artística compartida.

La creación del Rembrandt Trio es consecuencia de la mejor destilación de los fondos selectos de varias cosechas del jazz moderno en Europa. El contrabajista Tony Overwater se apresta a interpretar muy diversos instrumentos, incluido el violone, un cordófono de la familia de la viola da gamba. En su trayectoria profesional ha colaborado con leyendas como los saxofonistas David Murray o Yuri Honing, el mismo que grabó en el inicio del milenio el álbum Seven con el trío del pianista Paul Bley. De Overwater es, por añadidura, la responsabilidad de mantener el estímulo contrapuntístico del relato.

Vinsent Planjer, por su parte, es un baterista de acentos limpios e iniciativas atemperadas, que hace la réplica acertada para una sección rítmica completada por Overwater. Y queda el pianista Rembrandt Frerichs, que, además de dar nombre al grupo, es el que sobre todo inocula en los demás el gusto por las músicas clásica europea y de Oriente Medio, influencias ambas que caracterizan el estilo de este grupo.

El Rembrandt Trio presenta ahora un disco con un título pintoresco y hermoso, A wind invisible sweeps us through the world (Un viento invisible nos barre por el mundo), y su llegada a JAZZMADRID representa la primera colaboración que suscribe el festival con los responsables de Cultura de la Embajada de los Países Bajos. Como ya sucediera en el trabajo conjunto que el grupo hizo una vez con el saxofonista valenciano Perico Sambeat, en ninguna de las piezas que escucharemos en su concierto hay un ejercicio más o menos transeúnte de un estilo a otro, sino que la música se manifiesta ensamblada, como un todo.